A través del tiempo, diferentes religiones han mostrado incongruencias, decadencia y hasta abusos. Por ello, una gran parte de la juventud de mente viva y abierta de hoy en día, se cierra automáticamente a todo lo que provenga de la religión. Inclusive, al escuchar la palabra sagrado o sagrada, de entrada, les “enciende” un foco que les hace marcar distancia, en el mejor de los casos, o cerrarse de plano a conocer de qué se trata.

Estoy abordando el tema desde un segmento y un extremo: la juventud, y aquellos que por haber tenido malas experiencias con el tema de la religión o lo sagrado, están cerrados a conocer los conocimientos valiosos, y rescatables, que hay en diversos ámbitos espirituales como lo son textos canónicos (religiosos) que contienen información de valor que nos puede ayudar a juntar las piezas del “rompecabezas” de la sexualidad humana.

Si tú no te encuentras entre estos segmentos de la adolescencia o de los que por una u otra razón sienten algún rechazo hacia lo espiritual o sagrado, lo celebro, y te pido entonces ayuda comentando lo que consideres importante o pertinente para establecer un punto de partida y unas bases sólidas en las que podamos cimentar todo nuestro trabajo y crecimiento conjunto, pues esto no sólo es un curso, sino un movimiento.

A través del tiempo, diferentes religiones han mostrado incongruencias, decadencia y hasta abusos. Por ello, una gran parte de la juventud de mente viva y abierta de hoy en día, se cierra automáticamente a todo lo que provenga de la religión. Inclusive, al escuchar la palabra sagrado o sagrada, de entrada, les “enciende” un foco que les hace marcar distancia, en el mejor de los casos, o cerrarse de plano a conocer de qué se trata.

Estoy abordando el tema desde un segmento y un extremo: la juventud, y aquellos que por haber tenido malas experiencias con el tema de la religión o lo sagrado, están cerrados a conocer los conocimientos valiosos, y rescatables, que hay en diversos ámbitos espirituales como lo son textos canónicos (religiosos) que contienen información de valor que nos puede ayudar a juntar las piezas del “rompecabezas” de la sexualidad humana.

Si tú no te encuentras entre estos segmentos de la adolescencia o de los que por una u otra razón sienten algún rechazo hacia lo espiritual o sagrado, lo celebro, y te pido entonces ayuda comentando lo que consideres importante o pertinente para establecer un punto de partida y unas bases sólidas en las que podamos cimentar todo nuestro trabajo y crecimiento conjunto, pues esto no sólo es un curso, sino un movimiento.