Geometría Sagrada

La geometría sagrada es uno de los conocimientos más antiguos y más celados en la historia de la humanidad. En la época del renacimiento tuvo una más abierta expresión a través de uno de sus principales expositores: Leonardo Da Vinci. Sin embargo, el conocimiento de la geometría sagrada se remonta hasta la antigua Grecia, por ejemplo, los sólidos platónicos de Platón. Para resumir y dejar claro la importancia de la geometría sagrada, la ciudad de Washington D.C. fue construida mediante proporciones y formas provenientes de la geometría sagrada.

Hoy en día podemos encontrar un basto cúmulo de información -y también desinformación- sobre la geometría sagrada en Internet, sin embargo, lo que a nosotros nos interesa y nos ocupa es simplemente el manejo de las dos formas primarias de la geometría sagrada: el círculo y el cuadrado. El primero es femenino, el segundo masculino.

Una de las formas de la geometría sagrada más conocidas y popularizadas en los últimos tiempos es la Flor de la Vida.

De acuerdo al trabajo que hemos venido desarrollando en torno a la geometría sagrada y la sexualidad y, partiendo del Hombre de Vitruvio de Leonardo Da Vinci, podemos ubicar al centro del círculo posicionado exactamente en el ombligo y el centro del cuadrado exactamente en los órganos sexuales.

Gutierre Tibón, en su libro El Ombligo Como Centro Cósmico, en uno de sus razonamientos hace una relación respecto al ombligo como el treceavo cielo de los mayas, el cual, de acuerdo a la cosmovisión maya, el Treceavo Cielo es de donde proviene toda la creación (te comparto un vídeo que realicé en el año 2016 respecto a este tema).

No he encontrado en ninguna fuente, información respecto al lugar donde nace la flor de la vida.

De acuerdo a lo que he venido trabajando y en base lo propuesto por Gutierre Tibón, la flor de la vida nace en el ombligo de cada ser humano.

En la medicina tradicional maya existe un pulso que se le conoce como el tip-té, este pulso es de suma importancia. Si este pulso está “corrido” o desajustado, todo el organismo está desajustado. Se le conoce también como el cirro.

De acuerdo al trabajo del doctor Michael Gershon de la Universidad de Columbia en Nueva York, tenemos en nuestros intestinos un segundo cerebro. Autor del libro con el mismo nombre: El Segundo Cerebro. Para que entiendas la importancia del segundo cerebro te voy a dar un dato resumido. Uno de los principales neurotransmisores de nuestro cuerpo es la serotonina. Esta está implicada en más de 200 proceso metabólicos como el estado de ánimo, el comportamiento social, el apetito, la digestión, el sueño, la memoria, el deseo y la función sexual y un largo etc. El 5% de la serotonina es segregada y alojada en el cerebro, el 95% restante de la serotonina es segregada y alojada en los intestinos. 

También, podemos traer el trabajo de la bióloga Alanna Collen con su libro 10% Human.

En él habla de que en nuestro cuerpo tenemos 10 billones de células y 100 billones de microorganismos, con ADN diferente, por lo que el 90% del ADN de nuestro cuerpo no es humano, sino de microorganismos viviendo en nuestro cuerpo. En pocas palabras, somos una especie de “nave” transportando microorganismos.

 

10% Human - Alanna Collen
Fundamentos Científicos

Premio Nobel de Medicina muestra cómo se comunican dichos microorganismos.

El doctor Luc Montagnier -premio Nobel de Medicina- ha venido llevando a cabo una serie de experimentos y descubrimientos muy interesantes.

Resulta que la forma a través de la cual estos microorganismos se comunican es mediante frecuencias electromagnéticas, es decir, mediante el espectro electromagnético, el cual proviene del sol principalmente, y es por donde viajan todas las telecomunicaciones de toda la tecnología actual.

Con esto tenemos suficientes elementos para soportar la teoría de que la flor de la vida nace en el ombligo del ser humano, sin embargo, este no es el momento ni el espacio para ahondar en ello, sino lo que nos interesa es lo referente a la sexualidad sagrada, por lo tanto, me limito a resumir que el círculo representa la energía, el cuadrado la materia.

El primero lo femenino y lo segundo lo masculino. Ambas energías crean la flor de la vida, así como el árbol de la vida, al cual nos dirigimos mediante nuestro trabajo de sexualidad sagrada.

Por otro lado, en el aspecto biológico, la conjugación de ambos es lo que crea la vida, el hombre fecunda a la mujer y ella da vida. En este sentido, nuestro poder creador está en la sexualidad, independientemente que sea con el fin de procrear una nueva vida, ahí está el poder, la fuerza y la conciencia creadora.

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